Por ADRIANA RODRÍGUEZ MOLANO *
El gobierno de Gustavo Petro ha sido uno de los férreos defensores de la causa palestina. Dan testimonio el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Israel, el reconocimiento oficial del Estado de Palestina, la suspensión de acuerdos comerciales y el apoyo a iniciativas internacionales en favor de Palestina.
Dentro de esta lógica de apoyo a Palestina, el pasado 2 de abril el presidente Gustavo Petro se reunió con la diáspora palestina y con comunidades de fe progresistas en la Casa de Nariño. Durante este encuentro, además de dos reconocimientos hechos por la diáspora palestina (un cuadro en relieve de Simón Bolívar tallado mediante una técnica ancestral originaria de Belén y la Cruz artesanal de Jerusalén), el presidente recibió otros obsequios. Uno de ellos fue el que le entregó el rabino Yisroel Dovid Weiss y la organización Neturei Karta, en representación de la comunidad judía ortodoxa de los Estados Unidos. Sí, en efecto, un líder religioso judío entregándole un regalo al presidente Petro que, infundadamente y de manera simplista, ha sido tachado de antisemita.
Unos pocos días antes de la reunión en la Casa de Nariño, se realizó el evento “Palestina, Nuestra tierra, Nuestra historia, Nuestro derecho”, organizado por diversas instituciones de la sociedad civil, en el marco del Día mundial de Jerusalem – Al-Quds. Así fue que en el Teatro Colon de Bogotá: el mismo rabino leyó en inglés, sin micrófono, un discurso que muestra una vez más que ser judío no significa estar contra el Estado de Palestina, cómo múltiples manifestaciones y marchas a nivel internacional lo han evidenciado. Una miembro organizadora del evento leyó, traducido al español, el discurso que sin más preámbulos transcribo a continuación:
Declaración del rabino Yisroel Dovid Weiss:
“Con la ayuda del todopoderoso, As-salamu alaykum (Que la Paz sea contigo), debido a las restricciones religiosas del Sabbat judío, nos disculpamos por no poder dirigirnos a ustedes utilizando el micrófono. Pero queremos aprovechar esta oportunidad para expresar nuestra solidaridad con el sufrido y acosado pueblo de Gaza y Palestina.
Estamos hoy aquí en representación de la religión judía y de las comunidades religiosas judías fieles a su religión en el mundo entero, para expresar nuestro horror y condenar el espantoso genocidio de hombres, mujeres y niños inocentes que se está produciendo ahora en Gaza y la lamentable ocupación Palestina que continua desde hace más de 76 años.
Desde el inicio del sionismo, a finales del siglo XIX, masas de judíos y lideres rabínicos en todo el mundo, incluida la Palestina ocupada, se opusieron al sionismo y al propio concepto del estado de Israel, y hasta el día de hoy condenan todas sus atrocidades. La existencia misma del Estado de Israel y la ocupación en curso, incluidas todas las brutales atrocidades cometidas desde su inicio en 1948, constituyen una violencia al judaísmo y son criminales y bárbaras.
Según la creencia judía, los judíos tienen prohibido crear su propio Estado, ya que Dios los puso en el exilio y tienen prohibido poner fin a un decreto divino del exilio por cualquier medio físico. Este es el caso con respecto a matar y ocupar, ambos totalmente prohibidos en la religión judía. Los judíos debemos vivir como ciudadanos leales y vecinos pacíficos en los países donde residen.
Musulmanes y judíos han vivido durante cientos de años en Palestina con una hermosa coexistencia. La diferencia de religión no fue motivo de conflicto. Esta ocupación es, en última instancia, responsable del trágico derramamiento de sangre que continúa hoy y durante los últimos 100 años, tanto de árabes como de judíos.
Oponerse al estado sionista de Israel no es antijudío ni antisemitismo, sino que el Estado de Israel es la personificación del antijudaísmo y del antisemitismo.
Para poner fin al ciclo constante de violencia y tragedias, Palestina debe ser devuelta a los palestinos y el movimiento sionista debe cesar. Rezamos para que esto ocurra pacíficamente, sin más sufrimiento para nadie. In shā’ Allāh (Si Dios quiere). En este momento podemos esperar restaurar la paz que existía en Palestina antes de la invención del sionismo.
Un punto final y muy importante, por favor nunca se refieran al Estado de Israel como el Estado judío. Eso sólo ayuda a apoyar y dar poder al estado de Israel. Por favor refiéranse a él como el Estado sionista y a la gente que lo apoya como sionistas, no judíos”.
As-salamu alaykum (Que la Paz sea contigo).
* Analista política, Máster en Sociología política y política comparada de la Universidad París 10 Nanterre y Máster en Análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos de la Universidad Externado de Colombia.