Las regalías fortalecen la participación y el control social

Por HORACIO DUQUE*

No en vano se abordan los problemas que angustian a la ciudadanía y la golpean en su vida cotidiana. Es lo que he intentado en mis columnas sobre el manejo de las Regalías petroleras, a cargo del Departamento Nacional de Planeación (DNP) a través del Sistema General de Regalías (SGR), organizado para canalizar importantes partidas presupuestales. Regalías que son duramente afectadas por la corrupción, la mala inversión y el despilfarro sistemático.

El debate abierto está propiciando un importante viraje en el SGR bajo el liderazgo de la actual directora del DNP, Irene Molina, y del encargado de las Regalias, Rubin Huffington. Se están dando cambios trascendentales en la lucha contra la corrupción y en la resignificación de la participación democrática de las comunidades, mediante el Control social a miles de proyectos sustentados en las diferentes fuentes financieras de las Regalías.

La depuración burocrática

Así, hay un proceso de depuración burocrática para limpiar los distintos Ocad (Regional, de Paz, de Ciencia y tecnología, Ambiental), y el propio mecanismo de administración (Dirección de Gestión de proyectos y la Desec) de la nefasta red de “viabilizadores” y tramitadores de los proyectos (heredados desde la ultraderecha uribista enquistada y maquillada de neopetrista) que sustraen grandes cifras de dinero en los pagos de los “Cumples” (certificaciones sectoriales de los ministerios), de los Cetus (Certificaciones finales en el SGR) y en las inútiles “concordancias” a cargo de la Agencia de Renovación del Territorio ART, con un deplorable desempeño en la transformación territorial de los 170 municipios agrupados en los 16 Ocad Paz, creados a raíz del Acuerdo de paz entre el Estado y las Farc en el año 2016.

Depurar el Ocad paz de la telaraña de tramitadores y la Dirección de Gestión de proyectos ha sido una urgencia y en consecuencia una decisión trascendental.

Sobre la participación democrática y las Audiencias comunitarias

Se está trabajando sobre el modelo de “participación ciudadana” neoliberal montado desde 2015, a partir de recomendaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la Fundación de Tony Blair y de Transparencia por Colombia (Ruta ciudadana), para resignificarlo en el contexto del proyecto popular incorporado al Plan de Desarrollo “Colombia, potencia mundial de la vida”, para ponerles dientes a la participación ciudadana y al control social y de esa manera darles un carácter vinculante y efectivo a la erradicación de la corrupción y la inversión eficaz de las Regalias como un “bien común”.

Así, se proyecta convocar las Audiencias comunitarias en los departamentos como escenarios de control ciudadano donde participen todos los sectores interesados en hacer seguimiento a los proyectos e inversiones correspondientes y con aprobación en los Ocad.

Se ha previsto que en una primera fase, en compañía del movimiento comunal, se realicen Audiencias comunitarias en Meta, Casanare, Cesar, Guajira, Cordoba, Antioquia y Cauca. Serán eventos para que los técnicos del SGR hagan la correspondiente presentación de las inversiones en cada territorio, de los montos alcanzados y de los resultados. También para que se instalen mecanismos de seguimiento a las obras afectadas por desfalcos de los dineros apropiados. Por supuesto, con una intervención muy activa y responsable de las comunidades y los líderes de estas.

Lo que está ocurriendo en el Sistema General de Regalias es a todas luces saludable para los intereses de la comunidad. Debe recibir el apoyo de los sectores interesados en el buen suceso de las inversiones en favor del desarrollo social integral de las regiones y localidades.

@HoracioDuque6  

* Horacio Duque es historiador y analista político.