Por Redacción PARES – En alianza informativa con EL UNICORNIO
El tiempo corre demasiado rápido. Las fechas, los nombres, se olvidan con una velocidad pasmosa. Pocos jóvenes recuerdan a Pedro Juan Moreno. Acá les vamos a contar quién fue. Sin él, habría sido difícil que Uribe se convirtiera en la figura más importante de la política durante el siglo XX. Fue el hombre que impulsó las Convivir, una figura que había salido en la época en la que era presidente Gaviria, que se aplicó en los años de Samper, pero que, desde la gobernación de Antioquia, de Uribe, se volvió política: las Convivir eran ejércitos privados que les ayudarían a los terratenientes a protegerse de las guerrillas.
Muchos pueden atribuirse la invención de un político tan eficaz como Álvaro Uribe. Pero ese crédito solo puede llevárselo Moreno, quien, cuando murió en extrañas circunstancias el 24 de febrero del 2006 mientras iba en un helicóptero cerca al cañón de las Lloronas, estaba pensando incluso en ser senador. En ese momento, adelantaba un proyecto periodístico: una revista llamada La otra verdad. Como ha sucedido con otros exfuncionarios de Uribe, por su carácter volcánico, entró en confrontación con Moreno y este, desde su revista, empezó a señalar y denunciar a funcionarios cercanos a Uribe, quien en ese momento era presidente.
La hoja de vida de Moreno estaba hecha para el servicio público: en 1986 fue diputado de Medellín; secretario de gobierno de Uribe en su gobernación en 1994, allí cumplió un papel preponderante en la gobernación: diseñar el plan de seguridad para contener a las guerrillas. Cuando Uribe ganó la presidencia en 2002, Pedro Juan Moreno se frotaba las manos. Daba como un hecho que sería funcionario de ese gobierno. Sería el indicado para estar al frente de la Inteligencia del país. Pero quedó por fuera y al parecer nunca se lo perdonó.
Las publicaciones en La otra verdad en el año 2006 eran constantes. Más que publicaciones, eran denuncias directas contra Uribe y su gobierno. El 24 de febrero de 2006, Moreno tomó un helicóptero Bell 2006 de la empresa Helicargo. No estaba solo, se subió a la aeronave su abogada y asesora Ana María Palacios, su hijo mayor Juan Gilberto Moreno, y el capitán Juan Taborda. El helicóptero cayó minutos después del despegue y, según la investigación entregada por aeronáutica civil, se trató de un error del piloto.
Pero continuaron las indagaciones y vendría el horror. El 1 de noviembre de 2007, la inspectora aérea de repuestos del aeropuerto Olaya Herrera, Nancy Restrepo, que se encontraba investigando el accidente, apareció muerta con un letrero sobre su cuerpo que decía “Acá no se permitan sapas”. Pero, ¿Qué decía el mensaje que estaba dirigido a alguien conocido como Rebecca? Acá está de manera completo qué provocó la muerte de la funcionaria:
Te escribo volando porque sigo nerviosa porque parece que se dieron cuenta que los estaba oyendo. Ese senor berna volvio a llamar desede la carcel. Llama seguido y tiene sus guardspaldas con el, viven alla con esa gente adentro de itagui. Y como te dije ayer se pusieron muy peliparados conmigo porque los oi hablar de ese señor Pedro Juan Moreno que te dije que se le cayo el helicopetero porque aqui les quitaron el repuesto y no se si el presi uribe dio la orden pero si sabia y don berna tambien”.
“Aca se roban todo, los repuestos lde las avionetas y helicopteros se los quitan y los venden sin importarles que se caigan con gente adentro, el vendedor de seguros tiene todo arreglado y les pagan. Me da miedo contarlo a la poiciia y militares porque ellos vienen aca por comision por cruces de los respuestos que les roban a los mismos aviones y heli de ellos”.
“Aca esta la gente de la oficina de envigado (la fachada de la estructura narcoparamilitar de la mafia, nota del redactor) apoderada de todo el oalya herrera o sea lo que maneja don berna y como estan con guerra con el tal macaco se cuidan mucho de hablar defrente a los empleados. Pero me toca oir y como me tapo las orejas?”.
“Hace dos dias se llevaron los cuerpos de esas muchachas a enterrarlos a envigado en donde tienen su propio cementerio privado de la catedral. Eso alla es como campos de paz pero la gente cree que es para orar y no, alla los entierran. Ya estan matando los transportadores y porque no les venden los negocios. Y ese alacalde callado y haciendose el loco. Esto esta horrible.”
“No resulta por alla trabajo? Yo estuve preguntando en otras partes pero ya uno tan vieja nada. Pero cualquier cosa es carino y me voy porque me voy. No aguanto esta tension se me esta cayendo hasta el pelo de los nervios. Yo no he dicho nada en la casa ni nada ni nadie sabe. Si puedo escribo manana. (sic)
Hasta luego. Nancy”.
Las muertes no pararon acá. Otra empleada que estaba en la investigación del siniestro, Diana Christina Urrego, fue torturada y asesinada dentro del aeropuerto. Don Berna, muchos años después, le contó a María McFarland, autora del libro Aquí no hay muertos, su intervención en estos hechos y también apuntó contra Uribe en la participación en este crimen. Lo mismo hizo años después Mancuso.
¿Algún día sabremos la verdad sobre la muerte de Pedro Juan Moreno?
@IvanGallo78