Humberto Salazar García, nacido en el barrio Café Madrid de Bucaramanga, es abogado de la Universidad Industrial de Santander (UIS), empresario del sector jurídico y logístico, y docente universitario. Además, ha sido constante opinador en redes sociales sobre temas de ciudad y promotor de iniciativas culturales.
En El Unicornio hemos querido entrevistarlo por su condición de candidato del Pacto Histórico a la alcaldía de Bucaramanga, en desarrollo de la elección atípica del domingo 14 de diciembre originada en la destitución del alcalde Jaime Beltrán por haber caído en el delito electoral de doble militancia.
Es sabido que a usted se le distingue porque usa zapatos de diferente color. ¿A qué obedece eso? ¿Tiene algún fundamento filosófico?
Lo que pasa es que tenemos dos hemisferios cerebrales, uno creativo y el otro rígido. El rígido nos soluciona cosas, mientras que el creativo sirve para aprender. Cuando me ven con zapatos de diferente color, la gente sienta la necesidad de buscar una explicación. Entonces, esto me ha servido como tema de campaña. Para no afectar la columna vertebral, los zapatos tienen que ser idénticos. Todos queremos lo mismo, el mismo rumbo, como los zapatos, pero somos de diferentes colores. Y el rumbo no se puede perder.
¿Quién es Humberto Salazar y por qué los bumangueses deben votar por usted?
Soy una de las personas que mejor conoce la ciudad. Humberto Salazar es un ciudadano de 45 años que nació en el sector popular conocido como Café Madrid. De niño vendía vikingos, cargaba los almuerzos que la abuela vendía, cuidaba vacas en fincas aledañas. Estudié en el Colegio Salesiano, donde me formé como bachiller técnico en ebanistería. En forma paralela hacía teatro, trabajé con el ICBF en programas de resocialización de delincuencia juvenil. Estudié en la UIS, donde me gradué de abogado. Como empresario he tenido restaurantes y empresas de logística, además de mi empresa jurídica. Y me lancé a esto porque me indigné con lo que estaba sucediendo.
¿Tiene alguna posibilidad de éxito?
Mire que nuestra campaña hoy es la que más preocupación genera en las demás campañas, porque nuestra popularidad y aceptación está muy alta. No hemos puesto una valla, no hemos repartido afiches ni un solo papel que contamine la ciudad. Hemos estado sobre todo en las redes. A esta hora las otras campañas están en cierre, son 5,000 lechonas compradas, y carpas gigantescas, además de los regalos que repartes. Son campañas que compiten en su capacidad de comprar conciencias. Mientras tanto, yo converso tranquilo con el director de El Unicornio.
Pero usted habrá tenido que hacer alguna inversión, ¿verdad?
Pues sí, hice una inversión para el cierre que voy a realizar con mi equipo de trabajo, porque se lo merece. Jorge, me gasté $75.590 pesos. Ese es el costo total.
¡Qué suma tan exorbitante!
Me produjo risa que alguien dijo por ahí que había gastado como 30 mil millones en mi campaña. Pero no, fueron $75.590. Eso son unas galletas, unas papas y una gaseosa para compartir con este equipo maravilloso de trabajo.
¿O sea que usted cree ser algo así como el Antanas Mockus de esta campaña?
Tuve la oportunidad de conocer a un señor que trabajó con Antanas Mockus, y me abrazó con inmensa alegría y dijo que se sentía plenamente identificado, que trabajó con Mockus en la Nacional cuando fue rector, y después cuando fue alcalde de Bogotá, y que veía en mí un futuro para Bucaramanga parecido al de la Cultura Ciudadana.
¿Usted cree que es posible que algún día los bumangueses entiendan la necesidad de un verdadero cambio, y dejen de creer en pastorcitos mentirosos que utilizan la religión para conseguir votos?
En esta elección se va a dar, Jorge. Mire usted, hay cábalas. Nosotros encarnamos el progresismo, el pensamiento crítico, lo que llaman izquierda. Si salimos a votar con intensidad los que votamos por Petro en la segunda vuelta contra Rodolfo, se sacan 70.000 votos. En ese momento la lucha era contra un exalcalde de derecha, del que la gente pensaba que había sido el mejor alcalde de los últimos 30 años. Aun así, se sacaron 70.000 votos. En este momento no se lucha contra eso. Hay cuatro o cinco campañas enfocadas en capturar el mismo voto y nosotros queremos ir por el otro voto. Hemos sido responsables frente a ese tema, ya tenemos un trabajo en redes sociales como críticos, con 50.000 seguidores.
Hablemos de lo que propone para Bucaramanga. El alcalde destituido tenía un plan de desarrollo para la ciudad, y la pregunta es si el que salga elegido está obligado a ejecutar ese mismo plan de desarrollo.
Ciertamente, hay que ceñirse al plan de desarrollo anterior, pero no se debe olvidar que cuando el hechicero (se refiere a Jaime Beltrán) presentó el plan de desarrollo, los concejales estaban en estado de embrujamiento. Entonces, firmaron lo que les pusieron al frente. Son las 422 páginas más absurdas que he leído en mi vida. De verdad que yo he leído cosas malas como docente universitario, pero eso ya es perverso. Y es lo que debemos transformar.
Pero en su programa de gobierno, ¿qué tiene usted previsto para transformar la ciudad, si es que se puede?
La administración municipal siempre ha estado centrada en cómo cuido el sector de Cabecera, lo que se llama la zona play o la cuadra play. ¿Cierto? Cómo cuido la 35, la 17 y la 33. Esos son las preocupaciones de los alcaldes en campaña y en ejercicio. Yo vivo en Cabecera, y solo es hermosa cuando no hay nadie. O sea, a las 5 de la mañana de un lunes, después de barrer, Cabecera es hermosa. Pero resulta que la gente del común no entiende lo que es el goce del espacio público. ¿Por qué? Porque nunca lo ha vivido. Si usted nunca ha tenido un parque bonito, si nunca ha tenido andenes decentes, usted no lo va a respetar, porque no lo valora. Entonces, lo que hay que hacer es reconstruir desde lo cultural, de la base hacia arriba. Hay que concentrar espacios y embellecimientos en otros sectores, para que la ciudad se diversifique y que no se concentre única y exclusivamente dentro de ciertos parámetros. Entre todas las secretarías hay que trabajar en equipo, para hacer que la transformación se convierta en realidad.
Se tiene la impresión de que el transporte pirata hizo quebrar a Metrolínea, sobre todo el mototaxismo. ¿Cómo se puede lograr un sistema de transporte público eficiente?
El servicio público de transporte es una obligación social. El Gobierno nacional quiere desarrollar un tranvía, y sería fenomenal. Me encantaría como alcalde sentar las bases para que eso se haga. El transporte informal surge de la incapacidad del gobierno local de satisfacer el servicio público de transporte masivo. Lo máximo que llegó a mover Metrolínea en un día, como récord histórico, fue 135,000 pasajeros, con más de 600 buses.
Bueno, pero usted qué propone. ¿Qué es lo que hay que hacer?
Reorganizar la empresa. Mirar qué se puede rescatar, qué es lo más viable, ¿sí? Sentarse a negociar con los acreedores, plantear un régimen de reestructuración para ver cómo se va a pagar eso, si se le va a responder a la gente. Necesitamos recuperar el sistema de transporte, porque hay un espacio público que se adquirió, hay vías que se compraron. Y unos sinvergüenzas dejaron que se robaran absolutamente todo. Del mismo modo que se robaron la chatarra, dejaron que otros se robaran las estaciones de Metrolínea.
En resumen, ¿por qué hay que votar por usted?
Porque represento a los que están indignados con lo que está sucediendo en Bucaramanga. Tengo la capacidad para servirle al municipio durante los dos años que quedan de esta administración. Los electores de hoy pueden ser los alcaldes de mañana, o sus hijos o sus nietos. Si se hacen las cosas bien, se va a encontrar un reconocimiento social. En nuestra campaña hemos sido decentes, no hemos querido contaminar el ambiente. Por eso, hemos logrado que los bumangueses se enamoren de nuestro proyecto de ciudad.