En reciente entrevista con Los Danieles, el precandidato presidencial Iván Cepeda Castro rechazó la farandulera pregunta que le hizo la abogada y columnista Ana Bejarano, miembro del equipo periodístico del que hacen parte Daniel Coronell, Daniel Samper Pizano y su hijo el bufón Samper Ospina. Bejarano invitó a Cepeda a que «definiera» en una palabra o en una frase a precandidatos presidenciales de un corto listado que la abogada tenía preparado. Cepeda no accedió a la pretensión de la columnista, quien reaccionó sorprendida ante la negativa del precandidato del Pacto Histórico, y dejó ver que su intención con el ejercicio era aportar al ya enrarecido ambiente electoral que el país respira.
Luego, Bejarano se vio un tanto avergonzada -a pesar de su risa nerviosa- por la negativa de su entrevistado, y peor habría de sentirse con el argumento que Cepeda les entregó a ella y a los Danieles: «yo no quiero ese tipo de práctica, no quiero entrar en que la discusión pública que hagamos con los candidatos y las candidatas giren en torno a esto que está girando. Si ese ejercicio se le propone a alguna de las personas que están en esa lista, seguramente van a decir narcoguerrillero, narcotraficante o heredero de las Farc. Yo no voy a hacer ese ejercicio, prefiero saber qué propuestas han hecho«.
Se trata de una práctica periodística muy propia de los programas de farándula, donde los entrevistados aceptan reducir la complejidad de un gobierno o la que rodea a un político, a una palabra o una frase. Y por supuesto que simplificar a una persona tiene la intención de provocar confrontaciones entre los precandidatos mediante titulares tendenciosos y escandalosos, porque muy seguramente los «calificados» por Cepeda serían invitados luego a Los Danieles para definirlo a él-reducirlo- a una palabra o frase.
Cepeda, sin proponérselo, le dio una lección de periodismo y de manejo de asuntos públicos a la columnista y abogada, así como a los colegas periodistas e incluso a las figuras públicas que suelen ser llevadas a ese espacio periodístico llamado Los Danieles: tratar de reducir lo complejo a una frase o palabra constituye una práctica periodística irresponsable y absurda. Es común que en el periodismo se caiga en ese tipo de reduccionismos muy propios de la lógica informativa noticiosa que le da prioridad al escándalo para ganar likes con titulares tendenciosos y faranduleros.
Ojalá los demás precandidatos presidenciales y al final los que definitivamente resulten electos como candidatos únicos aprendan de Iván Cepeda y no accedan a la necia, boba y tonta práctica de tratar de reducir lo complejo a una palabra o frase. Bien por el aplomado y sereno precandidato por no haber mordido el anzuelo envenenado que le lanzó Ana Bejarano.
@germanayalaosor