Mucha gente acostumbra usar ‘cumplido’ cuando quiere hablar de ‘puntual’: «llegó cumplido», pero debe decirse «llegó puntual». Es común este uso, como ‘escuchar’ por ‘oír’, ‘mirar’ por ‘ver’ o ‘colocar’ por ‘poner’, entre muchos otros casos. Cada vez que me preguntan por la diferencia entre ‘cumplido’ y ‘puntual’, pienso también en cuando nos preguntan a los servidores de la UIS si es cierto que el rector jode mucho, y que cómo nos lo aguantamos. Las respuestas son fáciles y divertidas.
Lo primero: ‘ser cumplido’ se refiere a responder por lo encomendado; ‘ser puntual’ significa ‘a tiempo’. ¡Fácil! Lo segundo: quienes han sido alumnos y quienes hemos tenido la oportunidad de ser parte del equipo de Hernán Porras sabemos que estos dos adjetivos son esenciales en los blasones de un buen líder, y no solo hemos entendido la diferencia, sino que hemos estado comprometidos con ello: frente a cualquier compromiso, cumplirlo; y no solo cumplirlo, sino hacerlo a tiempo. Nadie jode frente a un equipo cumplido y puntual; así de simple. Pero es posible que, cuando hablan de jodencias del rector, se refieran a otras cosas, y entonces sí me parece importante mencionar algunas:
Desde que llegó a la Rectoría, hace nueve años, anda encarnizado demostrando que los dineros públicos pueden manejarse de modo impecable e invertirse en beneficio de la comunidad universitaria, y que, siendo pública, la Universidad Industrial de Santander puede y debe tener un campus agradable, estético y atractivo, que reconforte, que dignifique.
Se le dio por abrir los espacios de la universidad y convocar e integrar al entorno social, además de ampliar la cobertura física y académica, de modo que ahora se cuenta con nuevas carreras, con más campus y mejores instalaciones en las sedes central y regionales.
@PunoArdila