Combustibles: el Fondo de Estabilización de Precios se debe acabar

Por DIEGO OTERO PRADA

Hay dos temas que vengo comentando hace 26 años:

1) La fórmula para determinar el precio de la gasolina y el diésel oil.

2) El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.

El referente para determinar los precios de los combustibles fue cambiado en diciembre de 1998: se estableció el precio al productor, en este caso Ecopetrol, como el supuesto precio de importación y después como el precio de exportación, como si exportáramos gasolinas o diésel oíl, con referencia al precio en refinería del Golfo de México.

En lo relativo al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, este fue creado en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, como un artículo del plan de desarrollo en 2007.

La nueva concepción de las fórmulas de las gasolinas y el diésel oil, así como la creación del Fondo, fueron órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), que hoy defienden los economistas ortodoxos y el supuesto gobierno antineoliberal de Gustavo Petro.

Como lo he venido diciendo, la creación del Fondo, único en el mundo, ha sido una idea muy inteligente del FMI para obligar a subir los precios de los combustibles, porque si estos no aumentan para tener en cuenta los ingresos al productor, según costos alternativos de exportación, se produce un déficit en el Fondo que da lugar a un incremento en el déficit fiscal, pues este déficit es un pasivo del gobierno central, de un dinero que debe pagarle a Ecopetrol.

Como lo he afirmado en forma reiterada, la solución es acabar con ese monstruo del Fondo. Esto daría libertad al gobierno para aumentar o disminuir los precios de los combustibles de acuerdo con las circunstancias, y así acabar con semejante espada de Damocles.

Lo repito, Colombia es el único país del mundo que tiene este tipo de Fondo. Me sorprende cómo todos los petristas repiten este cuento del Fondo, siendo que es un “monstruoso bebé” creado por el FMI, claramente de ideología neoliberal.

El Fondo es de estabilización de los precios, o sea que si hay superávit, se puede utilizar para evitar incrementos futuros en los precios o bajarlos. Esto no se está dando en la actualidad, porque el precio al productor está 2.500 pesos por encima de lo que debiera. Es decir, los colombianos están pagando más de lo que dice la teoría de la formación de precios, según la ideología del FMI.

Ahora bien, la propuesta de reforma fiscal del gobierno introduce un incremento en el impuesto al carbón, componente del precio de los combustibles, y un aumento en el IVA del 19%, con lo cual el precio de la gasolina en Bogotá subiría de 16.000 pesos hoy a más de $19.000 el galón, equivalente a US$4,8 el galón, contra US$2,75 en la costa del golfo de México, referencia para Colombia. Esto es tremendamente equivocado e injusto para los colombianos.

Para el diésel oíl pasaría algo similar: de 11.000 pesos el galón hoy, se llegaría a 13.000 pesos.

Los efectos sobre los ingresos y la inflación son fuertes.  Las cifras muestran claramente que la gasolina es en un 80% consumida por los estratos 1 a 4, hecho contrario a lo que dicen el gobierno de Gustavo Petro, los petristas y los ortodoxos. Es por tanto una política de derecha, que un gobierno que se dice progresista no debería aplicar.

Mi principal conclusión es que se debe eliminar el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, principal instrumento creado por el FMI para obligar a subir los precios de los combustibles y evitar así que no se afecten las cuentas fiscales.

@DiegoOteroP