Respetado don Daniel:
El fin de semana pasado (domingo 28 de octubre) leí con atención su artículo “EL AUTOMÁRTIR”, en el que usted acusa al presidente Gustavo Petro de construir una estrategia de mártir político para evadir responsabilidades y manipular a la opinión pública. Según usted, esa actitud comporta costos elevados para Colombia, tanto en las relaciones internacionales como en la credibilidad institucional. Esto, sostiene, es un riesgo para la gobernanza: convierte al presidente en provocador profesional y reduce sus posibilidades de liderazgo real. En su visión, Petro prioriza su leyenda política sobre los intereses del país, dañando la institucionalidad y la capacidad de negociación con socios estratégicos (especialmente EE. UU.).
El hecho que le lleva a usted a sostener estas premisas, es que Petro viajó a EE. UU. y en un acto público se manifestó abiertamente a favor de Palestina y en contra del genocidio que comete el gobierno de Israel contra el pueblo palestino, en un tono confrontativo hacia Washington por su respaldo a Israel.
Subrayo en negrilla la palabra Genocidio, ya que la información pública disponible en este momento, específicamente la Resolución del 31 de agosto de 2025 de la Asociación Internacional de Expertos en Genocidio (IAGS, por sus siglas en inglés), que es la principal asociación de estudiosos del genocidio del mundo, establece que:
“el Gobierno de Israel ha cometido crímenes sistemáticos y generalizados contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio, incluidos ataques indiscriminados y deliberados contra la población civil y las infraestructuras civiles (hospitales, viviendas, edificios comerciales, etc.) de Gaza, que, según estimaciones oficiales de las Naciones Unidas, en la fecha de la presente resolución, han causado la muerte de más de 59.000 adultos y niños en Gaza”.
En el mismo sentido, informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado sobre el Territorio Palestino Ocupado (COI, por sus siglas en inglés), ha concluido que “Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza”. Dicha Comisión, presidida por Navi Pillay, una de las autoridades más respetadas del mundo en este campo, quien tiene en su experiencia haber presidido el Tribunal Penal Internacional creado a raíz del genocidio en Ruanda, ha hecho público que:
“La Comisión ha estado investigando los acontecimientos ocurridos desde el 7 de octubre de 2023 durante los últimos dos años, y ha llegado a la conclusión de que las autoridades y las fuerzas de seguridad israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, a saber, matar, causar daños físicos o mentales graves, infligir deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción total o parcial de los palestinos e imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos”.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 260 A (III) de 1948, en su articulado sostiene que los países que suscriben esta, confirman que se comprometen a prevenir y a sancionar este delito internacional, ya sea cometido en tiempo de paz o de guerra, que se tipifica por cualquiera de estos actos, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Este es el crimen de crímenes, al que han sido sometidos distintos pueblos en todos los períodos de la historia, infligiendo grandes pérdidas a la humanidad. Sin embargo, usted en su artículo “EL AUTOMÁRTIR”, no se refiere a la protestas por el genocidio en Gaza en términos de Genocidio.
Tras la publicación de su artículo, el Senador Wilson Arias le preguntó vía X:
“permítame preguntarle: rechaza usted el sionismo y el genocidio en Gaza?”
A lo cual usted respondió:
En su respuesta usted nuevamente evita usar el término Genocidio, usa el término “matanza”. Y si bien el Genocidio se define como “Matanza de miembros del grupo”, no toda “matanza” es un acto genocida. Si usamos la definición de la RAE de “matanza: 1. f.Acción y efecto de matar. 2. f. Mortandad de personas ejecutada en una batalla, un asalto, etc”. La diferencia conceptual entre “matanza” y “genocidio”, es que para constituirse en genocidio, esta matanza es “con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
No es la primera vez que usted manifiesta su rechazo a los crímenes cometidos tanto por Hamas, como por el ejército Israelí. En mayo de 2024, en un video publicado a través de su perfil de Facebook, usted habla de condenar «la acción del ejército israelí contra civiles, eso no puede ser admisible y debe ser respondido como crímenes de guerra y de lesa humanidad».
Me parece llamativo que con el nivel de conocimientos y capacidades que usted tiene, evade usar el concepto “genocidio”, como si no se diera cuenta o no quisiera darse cuenta de que es eso lo que está ocurriendo, a estas alturas.
Por esta razón, quisiera preguntarle: teniendo en cuenta los informes recientes de la IAGS y de la COI, ¿por qué prefiere usar el término ‘matanza’ y no ‘genocidio’? ¿Cree que la situación en Gaza no encaja en la definición jurídica de genocidio? ¿Considera más prudente evitar esa palabra en el debate público? Como periodista y docente, me interesaría mucho conocer su razonamiento al respecto.
Gracias por su atención.
David Escobar
* Imagen de portada, tomada del canal de Youtube de Daniel Coronell