Como dijo don Hércules, por encima de las huellas hay que buscar los móviles y a los posibles beneficiarios de un crimen, en vez de buscar río arriba. Mientras tanto, tenemos una infinidad de preguntas: ¿Por qué el ICBF se ocupa ahora, pero no se ocupó antes del niño sicario? ¿Y por qué tiene que ocuparse el ICBF de la crianza y no los padres? ¿Quién se ocupa entonces de la crianza de los niños, si la mamá trabaja y el papá no aparece? ¿Quiénes son los verdaderos responsables de la crianza de los niños? ¿Quiénes les enseñan valores?; ¿Bad Bunny, tal vez, o los Tigres del Norte?; ¿Olímpica Estéreo y Tropicana? ¿Quiénes les muestran objetivamente a los niños las diferentes perspectivas de la realidad de nuestro país?, ¿Caracol y RCN?
¿Cómo puede criarse y formarse en valores un niño que no se despega de esa metralleta de videos de redes sociales idiotizantes? Si antes les temíamos a los medios de comunicación limitados a la televisión con unos cuantos canales y a un puñado de emisoras, hoy el bombardeo que se dispara por medio del celular es verdaderamente desconcertante.
Sí, hay que bajarle al tono y cambiar la actitud, y eso va para todos, desde los presidentes de la República y del Senado hasta el último de los mortales en este hermoso pero difícil país. Empecemos por casa, que por estar buscando culpables no hemos tenido tiempo de revisar desde adentro esta sociedad enferma que no reconoce a los demás, que carece de valores, que no tiene clara la diferencia entre la libertad individual y el derecho de los demás; una sociedad enfocada en el logro de metas económicas por la vía que sea, y que tiene el facilismo como principio de ejecución de cualquier labor. Debemos comenzar a cambiar, por supuesto, pero al tiempo que le bajamos el volumen a los gritos y a los insultos y a las mentiras y a los chismes, revisemos también qué estamos haciendo en beneficio de la colectividad.
Mensæ tegumentum primus. A propósito, quién sabe si misiá Vitoria Ugenia tenga claro que nadie tiene por qué obligarla a regar un chisme solo porque alguien se lo contó o porque ella se lo inventó; esas idioteces que se las deje a doña Barbarita.
Mensæ tegumentum secundus. Nuestros votos para que Miguel Uribe Turbay (o Miguelito, como tantos ahora lo llaman) se recupere plenamente de sus heridas y su estado de salud vuelva a su total normalidad. Estos votos por su salud, porque recuperado y de vuelta a la política, si quiere votos en las urnas tiene que estructurar su discurso, pero no creo en sus habilidades. Por ahora, toda nuestra energía por su recuperación.
@PunoArdila