«Su valentía honra la dignidad del pueblo ucraniano». Unión Europea
«Admiro profundamente al presidente Zelenski. El tipo tiene huevos. Fue al Despacho Oval y se enfrentó a los mejores negociadores de Rusia», Eric Swallwel, senador demócrata.
Por Olga Gayón/Bruselas
Ayer el mundo fue testigo de cómo un antiguo comediante ha actuado como un gran líder mundial, y cómo un líder mundial ha actuado como un pésimo payaso. Zelensky entró pequeño al Despacho Oval de la Casa Blanca y, echado de allí, ha conseguido renovar el apoyo de todos los países poderosos de Occidente para la lucha de Ucrania contra el invasor ruso. Trump y Vance, poderosísimos, han logrado nuevamente unir a la Unión Europea, que ha mostrado su respaldo incondicional a Ucrania. Los malos comediantes, Trump y Vance, tras una encerrona en la que el presidente Zelensky no se dejó intimidar por estas dos bombas atómicas descerebradas, han quedado retratados ante el mundo democrático como tiranos que están al lado de los líderes criminales de guerra y en contra de sus víctimas: así lo evidenciaron ayer con Vladimir Putin y días antes con el genocida del pueblo palestino, Benjamín Netanyahu.
Zelensky ha vuelto a primera plana en Europa y será el invitado especial de la cumbre extraordinaria de la Unión Europea en Bruselas el jueves próximo, en la que se debatirá en exclusiva el papel del la UE en un eventual proceso de paz entre Rusia y Ucrania. Suecia, Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, Alemania, Estonia, Lituania, Letonia, Chequia, Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, Polonia, Bélgica, Francia, Portugal, España, Luxemburgo, Malta y todos los países que integran la UE, a través de sus jefes de Estado y de Gobierno, han mostrado públicamente su apoyo incondicional a la causa ucraniana. Todos han alabado la dignidad con la que actuó el presidente Zelensky ante Trump y Vance, y reiteran que sus países están con las víctimas y en contra de su agresor. El único que alabó la impresentable celada de los líderes estadounidenses, ha sido, cómo no, el ultraderechista húngaro, Víktor Orbán. Para los líderes de la UE, el apoyo a Ucrania es el agradecimiento de Europa porque Ucrania con su valentía no solo está defendiendo su libertad sino la de todo el continente. Como lo recordó el ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna. “Si Rusia deja de luchar, no habrá guerra. Si Ucrania deja de luchar, no habrá Ucrania» Y si no hay Ucrania, Europa corre un gravísimo riesgo.
Las tres instituciones más importantes de la UE, la Comisión, el Consejo y el Parlamento, en cabeza de sus presidentes emitieron un comunicado único en el que le manifiestan a Zelensky estar orgullosos de su posición para defender los intereses de su nación. «Su dignidad honra la valentía del pueblo europeo». Aprovecharon, por supuesto, para decirle a Ucrania que la UE continuará, y ahora más que nunca, apoyando la causa ucraniana. Por su parte la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas manifestó que, con urgencia, «el mundo libre necesita un nuevo líder» y llamó a los europeos a aceptar este reto.
Zelensky también consiguió el espaldarazo incondicional de los mandatarios del Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Noruega. Igualmente, varios líderes demócratas de Estados Unidos reprocharon las actitudes belicosas, antidiplomáticas e impresentables dentro del contexto internacional del presidente y del vicepresidente de los Estados Unidos y condenaron que se pusieran del lado del tirano ruso, Vladimir Putin. Trump y Vance son unos cobardes», denunció el ex marine Seth Moulton. «Este es el momento más embarazoso y bochornoso que he presenciado desde el Despacho Oval. Ninguna nación del mundo olvidará que el liderazgo estadounidense se puso públicamente del lado de un dictador como Vladimir Putin y criticó a un amigo democrático como Ucrania», criticó el congresista demócrata Emanuel Cleaver. «Admiro profundamente al presidente Zelenski. El tipo tiene huevos. Fue al Despacho Oval y se enfrentó a los mejores negociadores de Rusia», coincidió su colega Eric Swallwel. «Trump critica a Zelensky, el líder de un país democrático que lucha valientemente contra el imperialismo ruso, mientras se alía con Putin, un dictador que inició la guerra europea más sangrienta en 80 años. Lo siento, presidente Trump: creemos en la democracia, no en el autoritarismo», concluyó el senador Bernie Sanders.
Trump y Vance no solo humillaron al presidente de Ucrania, Vladimir Zelenzky y al sacrificado pueblo ucraniano; también a todo un continente que se ha opuesto a que el tirano ruso extienda sus tentáculos imperialistas por todo el continente. Ayer Zelensky demostró, con su dignidad que las miles de víctimas de su país están muy bien representadas y que Ucrania, pese a ser la víctima pobre y sacrificada no firmará su rendición como lo esperan Vladimir Putin y Donald Trump, máximos representantes actuales del matoneo que, creen ellos, deben ejercer por derecho propio, respaldados en el poderío bélico de sus países. Pero Zelensky, mejor que nadie conoce que Rusia, tres años después de iniciar la guerra contra Ucrania, hoy es mucho más débil, pobre e inestable que antes de comenzarla. Puede que sea Putin quien más clame por acabar la guerra que está bombardeando el poderío que alguna vez tuvo Rusia.
Gracias a la puesta en escena de los impresentables líderes estadounidenses en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Europa y las democracias occidentales han visto la urgente necesidad de abrazar a Ucrania: con los brazos, la diplomacia, las armas y el dinero. Nos seguirá costando a los europeos este apoyo incondicional; pero es que la dignidad no tiene precio.
Al ver a Zelensky en medio de esas dos fieras hambrientas de Washington, no puedo más que sentirme, como nunca, muy Zelensky, muy ucraniana. Y muy, pero muy europea.
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Los entrecomillados son tomados de los diarios españoles El País y El Mundo.